Bruno Verret
Apasionado de generaciones en generaciones
En 1993, una vez que su titulo en el comercio del vino estaba en su bolsillo, Bruno se unió a sus padres y abuelos en el negocio familiar ubicado en Saint Bris le Vineux.
Es con el deseo de evolucionar y hacer crecer esta finca vinícola que rápidamente toma las riendas.
Respetuoso con el trabajo de sus antepasados, continúa día a día con el cultivo y la vinificación, que cuida y mejora con el único objetivo de producir vinos típicos de la región conservando las características de cada uno de sus terroirs. Siempre escuchando a los que le rodean, los comentarios y consejos son bienvenidos porque está en constante búsqueda de nuevas ideas para mejorar su entorno natural, compartidas entre tradiciones y desarrollos actuales.
Si todas las tareas las realiza internamente, no duda en buscar asesoramiento externo para el análisis de sus vinos, el cultivo de sus parcelas, manteniéndose informado de todo lo que le permita evolucionar.
Con esa mentalidad de vencedor, de luchador, dirige ahora a su equipo de 22 personas para gestionar su viñedo de 66 hectáreas, repartidas entre los municipios de Saint Bris, Irancy y Chablis, que produce el equivalente a 300.000 botellas de unas veinte denominaciones de origen, elaborado con las variedades de uva Chardonnay, Pinot Noir, Sauvignon, Gamay y Aligoté.
También muy implicado en los organismos profesionales de la viticultura desde 2019, su función es apoyar, defender y representar a las denominaciones, a los viticultores y a su territorio.
Heredero también de un buen patrimonio, se embarcó con su hermana en el enoturismo en 2009 rehabilitando una casa familiar que transformó en casa rural, preservando la autenticidad y con el objetivo de acoger bien a sus huéspedes y hacerles descubrir esta región tan cerca de su corazón.
Con apenas 50 años, habrá tenido ganas de gobernar su barco hasta entonces con las características que le son propias, gestión familiar, cultura aguda, mente abierta, cabeza llena de ideas y ganas de seguir en esto línea que le ha sido confiada.
Y tiene aún otros proyectos en carpeta, como la agroforestería, cuyo objetivo es acercar una asociación de árboles, setos y cultivos o animales en una misma parcela, aportando así una mayor diversidad biológica y la creación de un microclima favorable a una producción más sana.
La sucesión parece asegurada por su hija mayor, Clémence, que se incorporó al Domaine hace más de un año, y por la segunda, Héloïse, que está afinando su formación y que pronto debería incorporarse a su equipo.
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